EL PORQUERO
HISTORIAS DE SALOBRAL
Historias de Salobral es un blog creado para comentar la historia mas reciente de este pueblo, que aunque muy recinte, ha cambiado en la forma de vivir de sus habitantes, las cotumbres y las tradiaciones.-
sábado, 24 de noviembre de 2012
martes, 31 de julio de 2012
LOS SEGADORES
Con la llegada del mes
de julio se acentuaban los trabajos del verano, y así se empezaba segar la
cebada, después el centeno y a continuación el trigo. Para hacer estos trabajos
llegaban los segadores que procedían generalmente de la provincia de Toledo y
casi siempre hacían su trabajo en la misma casa, es decir que si este año lo
hacían en casa de “tío” fulano o “tío” mengano, al año siguiente repetirían en
la misma casa. Así por ejemplo yo recuerdo una cuadrilla que venía de Navalcan (Toledo),
y que lo venía haciendo desde tiempos de mis abuelos y después lo hacían en
casa de mis padres. También había otros segadores que eran de un pueblo
cerquita de Salobral, (Solosancho) pero estos siempre contrataban la siega a destajo, es decir que llegaban a un acuerdo
con el dueño de los cereales y ponían un
precio por la totalidad de la siega y así no dependían de nadie y de esta manera,
cuanto
antes terminarán la siega, ante cobraban lo acordado y estarían libres
para concertar otro trabajo. Pero los destajos siempre eran muy duros, las
cuadrillas de los destajeros, se quedaban a dormir en el corte, es decir
dormían en los rastrojos y la jornada empezaba antes de que fuera de día y
siempre terminaba de noche. En Salobral había dos casas de labor “grandes”, estas eran de los que por aquella
época se les llamaba “señoritos” Dª Herminia Salvadios y D. Miguel Castillo, en
los dos casos eran los grandes terratenientes de pueblo y siempre contrataban
la siega a los destajeros de Solosancho. En estas dos casas había un gran
número de criados, que dirigidos por un “mayoral,” eran los encargados de
realizar las labores de la labranza, tales como hacer los barbechos y la siembra así como acarrear
la mies a la era donde se procedía a trillar y limpiar el grano para después
llevarlo al granero. También contrataban a los agosteros y trilliques, que
hacían su servicio los días que duraba el verano.-
viernes, 13 de julio de 2012
TIEMPOS DUROS EN SALOBRAL
Con el mes de mayo llega el
principio de las faenas más duras del campo, así por ejemplo, se comienza a escardar los cereales tales como
la cebada y el trigo, esta escarda se solía hacer por las tardes después de
haber soltado las vacas al los prados
para que pastaran, ya que desde por la mañana habían estado enganchadas al
arado para hacer los barbechos y mientras las vacas pastaban, el labrador
acompañado de sus hijos se dedicaban a escardar, (para descansar) después de
haber estado todo el día arando. Esto era muy duro, pero aun seria más duro, ya
a finales de mayo o primeros de junio, cuando se comenzaba a segar la hierba,
que es uno de los trabajos más duros, ya que esta siega se hacía con la
“guadaña” una herramienta muy complicada para tenerla a punto y muy difícil de conseguir que corte
bien. La hierba segada debía de estar en el prado al menos dos o tres días para
que se secara y así se convertía en heno, este heno se cargaba en los “carros”
y se almacenaba en los pajares donde había que, meterlo
por una pequeña ventana (vocin). Esta faena a veces terminaba a las once de la
noche, para el día siguiente volver a empezar, a las seis de la mañana todo el
mundo “arriba” unos con las vacas a los prados, otros a escardar y cuándo
llagaba las diez de la mañana, vuelta a enganchar las vacas al arado y a pleno
sol a preparar los barbechos así hasta la cinco de la tarde. El mes de mayo era
tremendo, pero no sería menos el mes de junio, en el que se empezaba a segar
las algarrobas por la mañanita temprano, para después seguir a eso de las diez
de la mañana haciendo barbechos con el arado y la pareja de vacas y por la
tarde seguir encerrando el heno en los pajares. Estas “faenas” tan duras, para
los jóvenes de hoy pare que son mentira, pero son tan ciertas como la vida
misma.
jueves, 21 de junio de 2012
TIEMPOS DE ESCASEZ
Siguiendo con las historias de Salobral y recordando momentos
de aquella época tan difícil y tan dura para sus habitantes, llegamos a el deseado mes de abril ya que por entonces
los prados que se habían regado bien con el agua del rio Riofortes y se empezaba a apuntar los pastos tan
deseados por los ganaderos, a los cuales ya no les quedaban existencias de
piensos en los graneros para asistir las necesidades de su ganado y se contaban
los días que faltaban para la tan deseada fecha que seria a finales del mes de
abril. Aunque no siempre en esa fecha se apreciaba que esa deseada hierva fuera
tan abundante como para abastecer las necesidades del ganado, pero no había otro remedio que sacar las vacas a
los prados ya que en casa no quedaba ni un kilo de pienso y siempre sería mejor
aprovechar la escasa hierva que quedarse en los establos donde no quedaba ni
paja ni heno y mucho menos cereales. Los pastos
se aprovechaban en comunidad y cada ganadero aportaba el número de
cabezas que le correspondía según la extensión de su propiedad y así se formaba
un gran número de vacas las cuales eran guardadas por un vaquero que
contrataban los ganaderos para este menester. El ganado se encerraba por la
noche en una corraliza común y por la mañana a primera hora el vaquero se
encargaba de sacar el ganado a pastar aproximadamente a la seis de la mañana
hasta las diez de la mañana que volvería a encerrar en dicha corraliza. A las
diez de la mañana cuando las vacas venían de pastar era el momento de “engancharlas”
al yugo y el arado para preparar los
barbechos, faena muy importante para los agricultores que preparaban las
tierras para la sementera próxima allá por el mes de Septiembre y Octubre. Esta
faena de labor duraría hasta las cuatro de la tarde cuando las vacas se volvían
a soltar para pastar con el resto de sus compañeras. Gracias a la rusticidad de
estos animales bovinos se produjo el milagro de reducir el hambre y la miseria
de aquella época, los años de la mitad
del siglo pasado.-
viernes, 18 de mayo de 2012
OTROS TIEMPOS
Como en Salobral (igual que en el resto de los pueblos del Valle Ambles) se seguía viviendo de la ganadería y de la agricultura había que producir cereales y fundamentalmente pastos para alimentar a la ganadería de manera especial al ganado vacuno con el cual se laboraban las tierras y además, de estas vacas se criaban unas terneras las cuales dieron fama a la famosa ternera de Ávila conocida por toda España. Bien pues en los primeros meses del invierno pasadas las fiestas de Navidad y Reyes, ya en el mes de Febrero se limpiaban los prados y acequias para regar con el agua del rio de Riofortes en cual hacíamos una presa para desviar el agua por los prados que hay en la rivera del rio Adaja en su margen a derecha e izquierda por todo el Valle Ambles. Estos trabajos los hacían los “mozos” los cuales de manera proporcional a la propiedad de cada unos aportaban uno o dos y hasta tres elementos para realizar estos trabajos que siempre resultaban agradables y entretenidos y sobre todo muy importantes ya que de su realización dependía el que en la primavera se criaran buenos pastos tan imprescindibles para alimentar a tanto ganado. Como el invierno siempre ha sido muy largo y los almacenes de cereales más bien cortos, se calculaba que para San Marcos (24 de abril) ya debería de haber hierba en los prados para alimentar al ganado y para esa fecha se sacaban las vacas a pastar con el descanso que esto suponía para los ganaderos al no tener que alimentar al ganado con piensos que generalmente ya no les quedaban existencias. Eran tiempos duros y de escasez pero gracias a estos animales bovinos, los cuales nos servían para labrar la tierra y daban un ternero al año así como leche para alimentar a toda la familia. Habia un tipo de vaca que llamábamos (mixta) que era un cruce de una vaca rustica y un toro suizo la cual nos serbia para trabajar y para criar hasta dos terneros y atender a todas las necesidades de una familia aun que esta fuera muy numerosa, ya que son muy buenas productoras de leche. HERAN OTROS TIEMPOS
martes, 20 de marzo de 2012
SAN ANTON.
Después de pasar la “función” de Salobral en la que se venera a San Martin, llegan los verdaderos fríos del invierno y las fiestas de Navidad que siempre se pasaban con una buena nevada igual que la Noche Vieja y la fiesta de los Reyes Magos. Por la comarca del Valle Ambles se extendía un refrán que decía: Por el veinte de enero, San Sebastián el primero, y en seguida algún mozo de Salobral decía: Alto varón, que primero es San Antón, que se celebra el día diecisiete de enero. Y es que el patrón de los animales es también el patrón de Salobral aunque en menor medida que San Martin que es el patrón principal. Antiguamente se celebraba San Antón de una manera muy singular que en nada se parece a como se celebra en el día de hoy, y es que los tiempos han cambia (y de qué manera) en aquella época se hacia la procesión con el Santo por todas las calles del pueblo, como se sigue haciendo en la actualidad y se tenía dos días de música y baile para los mozos como ahora, pero tenía otro significado especialmente para los más pequeños y no tan pequeños y era que el día de San Antón los chavales de doce o catorce años madrugaban antes de que fuera de día por la Mañana y hacían una gran hoguera en la plaza del pueblo, se colocaban unos cencerros cruzados a guisa de bandolera se tomaban una copa de aguardiente en el bar del pueblo, y se paseaban por las calles del pueblo haciendo sonar los cencerros vigilaban la salida de los animales, fundamentalmente las caballerías a las que daban una cencerrada causando la espantada de los animales y la indignación de los dueños que en el caso de alguno la indignación llegaba al límite, pero sin mayores consecuencias. Hoy a ningún chico de esa edad le daría por ponerse unos cencerros y levantarse a las siete de la mañana para dar cencerradas. Cosas de los tiempos.
sábado, 3 de marzo de 2012
EL INVIERNO EN SALOBRAL
La vida en Salobral allá por la mitad del siglo pasado giraba para sus habitantes en torno a la agricultura y la ganadería. En el campo y con el ganado trabajaba la inmensa mayoría, y en este sentido el invierno que siempre ha sido muy duro, en aquella época era mucho más, ya que no disponían ni de luz eléctrica, y el frio había que combatirle a base de una gran lumbre que se hacía en la cocina. Las noches eran muy largas y para amenizarlas a la luz de un candil se leían novelas en torno a esa gran lumbre que rodeaban en semicírculo todos los miembros de la familia que por entonces era muy numerosa. El trabajo en el campo en esa época del año era casi nulo ya que las grandes heladas impedían labrar la tierra y los hombres de Salobral, igual que otros de los pueblos limítrofes se las ingeniaban para hacer algo que pudiera ayudarles a ganar algún dinerito y todo el invierno se dedicaban a ser tratantes de ganado, es decir que, compraban ganado en los mercados que había la provincia que eran los siguientes: el lunes en El Barco, el martes en Piedrahita, y el miércoles en Villatoro y después los vendían en Ávila donde se celebraba el mercado el viernes de cada semana. Por lo general el ganado que se compraba en estos mercados, eran novillos y vacas que después se utilizaban para labrar la tierra, pero que había que educarles para que cumplieran con ese cometido y después se vendían a muy buen precio ya educados en el mercado de Ávila, donde acudían muchos agricultores para comprar esos animales ya preparados para desarrollar esas tareas agrícolas. El ganado por entonces no se transportaba como ahora, ya que en aquella época casi no existían los camiones y se llevaban andando de un sitio para otro, así desde el Barco y Piedarahita venían conducidos por los “arreadores” que desde el sitio de origen venían repartiendo animales por los pueblos del Valle Ambles, estos “arreadores” eran hombres que se dedicaban a este menester y eran pagados por los propios tratantes aportando cada uno según el número de animales que había comprado.
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