LAGUNA DE GREDOS

miércoles, 4 de mayo de 2011

LA MATANZA

Tres días hay en el año que relumbran mas que el sol: “La matanza” el “Esquileo” y el dia de la “Función”. Este era un dicho muy habitual en los pueblos de toda la zona del Valle de Ambles en los años de 1.940 y hasta 1.980 y en Salobral no podía ser de otra manera, ya que por entonces no había en el pueblo ni una sola familia que no hiciera su “matanza.” Este era un dia muy especial (después hablaremos del”esquileo” y la “función,”) hoy me dedicare a la “matanza” que en sus tiempos fue tan importante para la vida de los pueblos  y que aun sigue siendo, ya que todavía hay en pueblos que se sigue haciendo, aunque bien es verdad que no es como antes que se hacia por verdadera necesidad. La matanza en Salobral duraba al menos tres días, el primer dia se mataban los cerdos, se “socarraban” quemándolos con paja larga de los rastrojos y se limpiaban con agua caliente que se vertía sobre los cerdos y se raspaban con cuchillo para quitarles la suciedad, quedando así las cortezas limpias para los “torreznos” que estaban deliciosos. Después se les colgaba y se les abría por el vientre para sacarles las “tipas” que luego se lavaban en el río (siempre por las mujeres) y luego servirían para hacer la exquisita “longaniza”. El segundo dia se “destazaba” es decir se separaba las diferentes piezas del cerdo, los jamones, los lomos, el tocino, y la carne magra, los huesos, cada cosa por su sitio, ya que del cerdo se aprovecha absolutamente todo,  se “picaba” la carne magra  y se “adobaba” para el dia siguiente hacer los embutidos, ya por la tarde se invitaba a los parientes a merendar, después se preparaban las “morcillas” que como casi todo lo hacían las mujeres que en aquella época fueron tan fundamentales para el “mantenimiento” de la familia. El tercer dia se hacia la prueba de las “chichas” adobadas y se embutía la  famosa “longaniza” y los chorizos. Eran tres días de fiesta y de trabajo continuado especialmente para las mujeres, verdaderas “heroínas” ya que gracias a ellas todo salía siempre bien, hacían la comida, las morcillas, el embutido, el adobo y dirigían todo el proceso de la “matanza” sabiendo que el éxito de la “matanza” dependía directamente de ellas y la alimentación de la familia para todo el año.
            Había en casas que se hacían dos “matanzas” en el mismo año, una a principio de Noviembre (de ahí el dicho, a cada cerdo le llega su San Martin)  y otra en Diciembre, para cubrir las necesidades de toda la familia se mataba hasta curto cerdos, dos en cada “matanza” en aquella época era la base de alimentación para toda la familia durante todo el año.

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