Siguiendo con las historias de lobos en todo el Valle Ambles y de manera muy significativa en Salobral a principio y mediados del siglo pasado era muy frecuente ver por los pueblos de la comarca como se paseaba a lomos de un burro un lobo que habían capturado y dado muerte en algún pueblo de la sierra. No solo se capturaba a los lobos adultos sino que también se capturaba alguna cría de lobeznos y que igualmente se les paseaba por los pueblos del Valle donde a los que habían conseguido su captura, eran obsequiados con prebendas por los ganaderos agradeciéndoles el servicio prestado en defensa de sus ganados. Esta política de persecución del lobo fue tan intensa que, llego un tiempo en segunda mitad del siglo pasado que prácticamente hizo desaparecer a este animal salvaje tan defendido por unos y tan denostado por otros, con la satisfacción de los ganaderos que prácticamente se olvidaron de los ataques que en años anteriores sufrieron con tanta frecuencia. A partir de ahí, observando que casi no quedaban lobos en nuestra sierra, el gobierno de turno declaró a el lobo como especie protegida y fue entonces cuando en unos cuantos años se ha multiplicado de tal manera que hoy en la actualidad los ganaderos vuelven a tener problemas con los ataques que reciben en sus rebaños. La situación actual es complicada, por una parte los defensores de los animales claman al cielo en defensa del lobo, mientras los ganaderos no claman menos, ya que ahora están sufriendo bajas en sus rebaños que ya tenían olvidadas. Todo el mundo tiene derecho a vivir, pero para que vivan unos no deben de pagarlo los otros, los ganaderos no deben de tener nada en contra de los lobos que no sean las pérdidas que les ocasionan; y así debería de ser el Estado el que cargara con las perdida que los lobos ocasionan los ganaderos.
Historias de Salobral es un blog creado para comentar la historia mas reciente de este pueblo, que aunque muy recinte, ha cambiado en la forma de vivir de sus habitantes, las cotumbres y las tradiaciones.-
miércoles, 15 de febrero de 2012
sábado, 11 de febrero de 2012
LOS LOBOS Y SALOBRAL
Bueno, ahora que en toda Castilla León se habla tanto de los estragos que están haciendo los Lobos con sus diversos ataques a la ganadería extensiva, vienen a mi memoria los recuerdos de mi infancia que siempre estuvo ligada al mundo agrícola y ganadero. En Salobral (mi pueblo) como en la mayoría de los pueblos del Valle Ambles había mucho ganado en especial ovino que durante los días fríos de invierno, se les trasladaba a Extremadura, para volver en el mes de mayo. A partir del mes de mayo las ovejas procedentes de Extremadura llenaban todo el Valle Ambles con sus enormes “mastines” y por las noches dormían en el campo y el pastor se quedaba a dormir en un “Chozo” junto a su rebaño de ovejas para vigilar los ataques de los lobos que se producían con harta frecuencia. Estos pastores que tenían mucha experiencia en los ataques de los lobos, ya que en Extremadura los habían sufrido con mucha frecuencia, contaban muchas historias sobre el tema. Así Ambrosio pastor ya de cierta edad nos contaba a los chavales de la época, que en una zona donde había muchos pastores a el grito de ¡¡Al Lobo, al lobo, al lobo! acudían desde todos los rincones todos los pastores para defender el ganado de aquel que había pronunciado el grito de ¡al lobo!, pero hubo un pastor Casimiro, que así se llamaba, que trato de reírse de los demás y pronunciaba el grito de ¡al lobo, al lobo, al lobo! en más de una ocasión y cuando acudían los pastores para ayudarle en defensa de su ganado, se burlaba de ellos ya que no había ni ataques ni lobos. Estas burlas que tanto le hacían reír al mencionado Casimiro, le costaría muy caro ya que cuando de veras llego el lobo, y necesito la ayuda de sus compañeros cuanto más gritaba ¡¡ al lobo, al lobo, al lobo!! Menos llegaban sus compañeros escarmentados por tanto como les había engañado Casimiro, y así los lobos le diezmaron su rebaño.
domingo, 5 de febrero de 2012
LA FIESTA DE SALOBRAL
LA FIESTA DE SAN MARTÍN
Después de una larga pausa, volvemos a reanudar nuestras historias de Salobral, la última había sido la del Esquileo que formaba parte de la trilogía que habíamos descrito como: la matanza, el esquileo, y el día de la Función. Pues nada en eso estamos, el día de la Función, (esta palabra con el tiempo ha ido desapareciendo), ya que en el momento actual ya no se pronuncia, ahora se dice la Fiesta, pero el significado es el mismo. El día once de noviembre se celebra la Función que venera el Patrón del pueblo, en este caso es San Martin. Martin fue un asceta, un apóstol, un hombre de oración, muy influyente en toda la espiritualidad medieval. Su faceta principal fue la caridad. El gesto de Amiesn, dar media capa, fue superado, cuando siendo obispo, entrego su túnica entera a un mendigo gesto menos conocido, sus mismos milagros como los de Cristo, fueron milagros de caridad. Paso siempre haciendo el bien. En los años de 1.948-50 la fiesta de San Martin para la juventud del pueblo sigficaba muchas cosas que hoy casi no se pueden comprender nada más que por las personas que por entonces eran unos chiquillos. En primer lugar significaba “Fiesta” ya que casi no había otra en todo el año, y con la fiesta se compraba la ropa para ese día que se estrenaba con mucha ilusión y que al menos debía de dúrales hasta el año próximo, o hasta que llegaba el “estirón” y se quedaba pequeña, se hacía baile para los jóvenes que esperaban estos días con verdadera ilusión ya que luego en todo el año no había bailes. La Fiesta duraba tres días en los que el baile se ponía en la puerta de la Iglesia y después cuando hacía mucho frio le hacían en el Salón del Ayuntamiento. Cada uno de los tres días tenía su significado, el primer día se celebraba la santa Misa y a continuación se recorría todas las calles del pueblo con San Martin en procesión llevado a hombros por los mozos del pueblo y acompañados por todos los vecinos y por los músicos y, después por la tarde noche, se hacia el baile que duraba hasta altas horas de la noche, aunque nada que ver con las altas horas que disponen los jóvenes actuales, pero que se disfrutaban de con mucha alegría ya que como he dicho no se volverían a celebrar hasta el año siguiente.
El segundo día era el más importante para los mozos, ya que desde por la mañana se recorrían todas las casas del pueblo en donde se tomaban los bollos que con anterioridad había hecho las madres de los mozos en aquellos hornos que había por aquella época, y “que bollos” Perrunillas, mantecados, bollos de soplo, madalenas y una variedad completa de dulces caseros que siempre se acompañaban con unas copitas de anís coñac, aguardiente y que en muchas veces terminaban por marear a los “chicarrones” de antes y entre algunos se disputaban cual era el que aguantaba mas “copas” y claro al final terminaban durmiendo el exceso de copas. Luego se ponía el baile y como digo alguno no podía asistir por el exceso de copas que había tomado corriendo los bollos, pero por la tarde ya se habían recuperado y se encontraban en forma para seguir con la Fiesta, que como el día anterior duraría hasta bien entrada la noche.
Y ya para finalizar el tercer día era el más tranquilo, se hacía baile por la mañana y por la noche pero ya los mozos estaban más tranquilos, el primero y segundo día habían sido tremendos. A los músicos que casi siempre eran los mismos, se les invitaba a comer en las cas a de los mozos del pueblo que les distribuían entre las familias según el numero de mozos que tenia cada familia
sábado, 4 de febrero de 2012
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